La semana pasada, Patricia, nos mostró en su taller un alimento que pocos habíamos observado en su estado de origen, la chufa. Al verla, olerla y manipularla, muchos peces no pudieron evitar dejarse llevar por la curiosidad y hacerse muchas preguntas:
- Pep: ¿Esto qué es? ¿Uvas secas? ¿Son piedras?
- Valeria: ¿Garbanzos secos?
- Patricia: Se toma con fartons…
- Lucas: ¡Horchata!
- Mía: Son para hacer horchata, hay que mojarlas con fartones.
- Pep: Se llama chufa.
- Ferrán: Está cruda, hay que cocinarla.
- Sasha: Con un cocinero.
- Ferrán: No huele a nada. Es más grande que el maíz.
- Marla: ¡Es horchata! Son semillas de horchata.
- Diego: Huele a horchata.
- Manel: ¡Nunca había visto chufas de verdad!
Tras continuar el debate, descubrimos que su nombre era chufa. También fue interesante conocer que la chufa es un tubérculo o raíz de la planta Cyperus esculentus conocida como juncia avellanada y que es un alimento muy nutritivo con un gran aporte de fibra y grasas saludables, que además de la horchata, puede ser utilizada para ingerirlas con un porridge, un bizcocho o triturarlas como aderezo para el yogur o el muesli.
Después de explorar este alimento, al día siguiente nos preparamos para realizar un taller de horchata. Fue muy divertido e interesante aprender, que para comenzar a trabajar con la chufa, primero debemos hidratarla. Para ello, la dejamos en remojo el día anterior y a la mañana siguiente ya podíamos triturarla con ayuda de una batidora, mezclándola con agua y con un poco de azúcar o canela según el gusto.
Una vez todo batido y mezclado, procedimos a colarla para eliminar posibles restos o trozos más grande y ¡ya estaba lista para tomárnosla en la merienda!
Alumnos/as de 5 años.