Ya ha comenzado el curso escolar y nuestra aula de 3 años es un mar de aventuras.
Nuestro primer día de escuela ha sido muy emocionante. Al entrar al aula hemos encontrado un amigo muy especial. Es un pez pequeño de color blanco y algo anaranjado que ha llegado del mar y quiere quedarse con nosotros.
Nos ha traído un saquito lleno de tesoros, un puñado de arena y muchos libros llenos de poemas, canciones, conjuros e historias sobre el mar que nos ayudarán a aprender y desarrollar habilidades sociales, plásticas, lingüísticas; a incrementar nuestra autonomía, a iniciarnos y acentuar nuestro pensamiento lógico-matemático y científico estableciendo relaciones, generando hipótesis… Trabajaremos nuestra capacidad empática, nuestro razonamiento…; y un sin fin de maravillosas habilidades, conceptos, procedimientos y actitudes que nos ayudarán a construir nuestra identidad y a crecer en un ambiente afectivo, lúdico y armónico.
Nuestro amigo del mar tenía dos ojos, aletas, cola, escamas pero no tenía nombre. «Coco», «Gracia», «Pececito», «Cucurrucu», «Dorito», «Bomba», «Gabito», «Manelito», «Pez Blanco», «Mojaco», «Bonito»…, han sido algunas de las sugerencias y después de una divertida votación, finalmente, hemos tomado la difícil decisión.
Os presentamos a Conrado que siempre está mojado.
Ha sido muy emocionante la llegada a este curso.
La aventura acaba de empezar
y si vas a darnos besos te diremos que sabemos «AMAR»
Durante los primeros años de vida, la ocupación básica de los niños y las niñas se centra en el desarrollo de sus capacidades y en el aprendizaje. La motivación de la interacción con las personas (adultos y otros niños), con los objetos y los espacios es fundamentalmente lúdica en estas primeras edades; de tal manera que el niño que no juega o que juega poco puede ver hipotecado, o incluso bloqueado, su proceso de desarrollo.
El juego es, en sí mismo, un factor vital en el desarrollo, por las diferentes funciones que abarca en el proceso de formación de la persona.
¿Por qué?
Porque mientras juegan satisfacen su curiosidad sobre el mundo que les rodea; porque se sienten activos, capaces y protagonistas, al ser ellos quienes deciden jugar o no y a qué jugar; porque experimentan y ponen en práctica su fuerza, sus habilidades, su imaginación, su inteligencia, sus emociones y sus afectos.
El niño, mientras juega, domina y controla las cosas, domina y controla el cuerpo, domina y controla su mente.
Fragmento extraído del capítulo 5 «Jugando para vivir, viviendo para jugar»
Tant a l’escola com a casa és molt important que executem tasques senzilles per a embellir, mantindre i restablir les condicions adequades del nostre ambient, així com per a establir i mantindre relacions socials amb nosaltres mateixos, les nostres famílies i les altres persones.
Aquestes tasques aporten a l’infant l’oportunitat de participar en la vida social, li adapten al seu mitjà i a la seua cultura.
A més són una font de confiança, coordinació, autonomia, compte, ordre i amor per la nostra llar i tot el que li envolta, inclòs ell i els altres.
A l’escola ho fem de manera quotidiana i forma part de la nostra rutina: agranar les fulles, regar les plantes, netejar les taules i cadires, ordenar els materials, etc; són algunes de les tasques que realitzem. A casa poden també formar part de la cura i de l’ordre a través de faenes de casa com: netejar els cristalls, fregar el sòl, ordenar i col·locar la compra, passar l’aspirats, llavar i ordenar els utensilis de cuina, posar la llavadora, tendir la roba, doblegar-la, ordenar-la, crear arranjaments florals, traure el fem, etc.
Són activitats molt motivadores que fomenten el creixement personal i el desenvolupament global de l’infant.
A cualquier edad hay que luchar por el hacer con fundamentos. Que estos no están en el contenido, sino en el cómo se aborda el contenido; ni están en la forma externa de la cantidad de los conceptos, sino en los rasgos del conocimiento; en la cantidad de su adquisición.
Entonces ¿Qué diríamos de la matemática?
Que la matemática no es el arte de calcular, sino el arte de comprender. Que no se trata de calcular con la mayor precisión en el menor tiempo posible sino de calcular con el mejor entendimiento en el tiempo que marque la capacidad del niño.
Que no se trata de acumular contenidos sino de descubrir conocimientos. Que el pensamiento no actúa con lo que nos han enseñado sino con lo que hemos aprendido; que no se trata, por tanto, de cuantificar la enseñanza sino de cuantificar el aprendizaje.
Que no hay aprendizaje donde no haya desafío, donde el niño no pueda jugar con las respuestas antes de escoger una de ellas, donde no se exprese distintas conjeturas hasta llegar a válidas conclusiones, donde no haya diálogo, ni observación, ni dinámica de relaciones conceptuales, donde no se permita la equivocación, ni la expresión con las propias palabras de las distintas experiencias (…)
Por tanto, los fundamentos de la matemática no son más que los fundamentos del pensamiento, de la observación, de la intuición, de la imaginación y del razonamiento lógico; de la capacidad para establecer relaciones, para inducir, deducir, para aplicar después un significado a una simbología que opera en nuevas creaciones de significado.
«¿Nos corresponden a todos las palabras? ¿Todos habitamos el mundo de las palabras, o las palabras están encerradas en el arca de unos cuantos?
La infancia es la etapa de la construcción del alma, y el alma se alimenta de cuentos, de mentiras necesarias, y de mentiras construidas de tal manera perfectamente, tan rítmicamente construidas, que se hacen verdades aunque sean engañosas.
Y por eso tenéis que llover y llover y llover. Y son los cuentos el maná que decían los hebreos, el maná; eso que cae porque sí, porque el padre cuenta cuentos como llueve, como nieva. Y la lluvia no sabe que llueve, mas llueve. Y la nieve no sabe que nieva, mas nieva. Y tenéis que hacer que vuestros hijos caigan por la nieve del cuento, y lo último que vean a la noche sea a su padre o a su madre contándole con un libro en las manos.
Libro en hebreo significa cáliz, lugar del que sale el alimento del cuerpo o la bebida del alma. Por eso cuando nuestro hijo lee decimos que devora (os-oris, en latín boca) los libros. Pues bien, ese es el objetivo: que devoren los libros. Y por eso les contamos cada día.«
Fragmento: Conferencia «A leer se empieza y se termina en casa«
Federico Martín Nebras
Viajemos a ese mundo maravilloso de palabras, de juegos, de ritmos y evocaciones, viajemos lejos cada día para volver siempre a casa y así, continuar el viaje…
Amasar es una acción fundamental para el desarrollo motor fino de los niños.
Es una excelente tarea que fomenta la concentración, el control de movimientos pequeños y el incremento de fuerza en la musculatura de los brazos, manos y dedos.
MASA DE SAL
La masa de sal es uno de los materiales que diariamente manipulamos en la escuela. Solemos hacerlo en la porchada del aula sobre una mesa. Utilizamos un cubo para elaborar la masa y después una tabla de madera sobre la que jugamos a amasar, modelar, desmenuzar, crear…
Estos son los ingredientes:
-Sal fina (1 medida “vaso”)
-Harina (2 medidas “vasos”)
-Agua (1 medida “vaso”)
*Podéis agregar colorante alimenticio para darle color.
¿Cómo lo hacemos?
Primero mezclamos los ingredientes removiendo con fuerza hasta conseguir una masa homogénea y espesa (con cuerpo).
Trabajamos con la palma de la mano y los dedos para extender un bloque y convertirlo en un cilindro.
Jugamos a hacer pelotas de diferentes tamaños. Prestamos atención para coordinar el movimiento y fuerza de las dos manos, manejándolas a la vez.
Jugamos a crear diferentes figuras. Una de las más sencillas y que más nos gusta hacer es el «caracol». Lo formamos enrollando un cilindro de masa.
También hacemos filas,
la aplastamos con fuerza,
hundimos los dedos,
y probamos las diferentes maneras de modelarla jugando con ella.
Nos gusta desmenuzarla, separarla y volver a unirla.
“La reina de Turnedó” es un poema escénico que se apoya en los recursos de la literatura oral popular para contar una divertida historia de estructura acumulativa y formato lírico, que destaca tanto por la sonoridad como por el remarcado carácter del ritmo y la rima.
Así, en el jardín de la reina de Turnedó van apareciendo la mata del jardín, la princesa que guarda la vaina de la mata y, sucesivamente, toda una serie de excéntricos personajes y elementos singulares que se van encadenando, conformando un intenso relato épico que, además, bebe de las fuentes del teatro culto: la fórmula del estribillo favorece la interacción, la participación del público infantil en la lectura o incluso la representación de la obra, al igual que la fórmula acumulativa facilita la memorización de los textos.
A través de una adaptación y representación teatral de esta obra, los alumnos pudieron disfrutar como público y participar e intervenir en el juego lingüístico que el texto y la estructura de la obra nos ofrece.
Títeres diseñados y creados por los alumnos y alumnas de 1º de E.S.O.
La mata del jardín
La princesa
El lacayo
El caballo
El carro
El coche
El rey
El cuervo
El huevo
El dragón: Soplete Feroz
“Señoras y señores, es hora de despertar.
Abran bien sus ojos porque el espectáculo va a comenzar.
La ALFABETIZACIÓN VISUAL (comprensión de elementos visuales y comunicación de su significado) en los primeros años de edad permite racionalizar una etapa fundamental como es la perceptivo-motriz, para ayudar a la organización mental de los niños y niñas.
La estructuración de los signos del ALFABETO GRÁFICO posibilita educar el ritmo gestual y perceptivo, la adquisición de conceptos geométricos y direcciones y situaciones espaciales: la discriminación de formas y sus tamaños…
Por medio del juego el niño va conquistando, como en el lenguaje verbal, el dominio del lenguaje gráfico en una franja de edad en la que la mente descifra y crea a través de símbolos (imágenes).
Los SIGNOS GRÁFICOS corresponden a una fase de inicio del garabateo. Sus características gráficas coinciden con los 16 primeros signos del ABECEDARIO GRÁFICO. Son trazos lineales de gran sentido psíquico (simbólico).
El control del «gesto gráfico» permite que sus diseños se ordenen en la superficie sobre la que dibuja y controla el ritmo compositivo y el signo empleado con sentido espacial.
«ALFABETO GRÁFICO, Alfabetización visual«
Carmen Díaz Jiménez
ASÍ JUGAMOS CON EL ALFABETO GRÁFICO A COMPONER CARAS
Lucía Mrt.
Diego B.
Marla Z.
Garabateo
Cuando empezamos a dibujar lo hacemos sin prestar atención a los trazos. Dibujamos por puro placer del movimiento y apenas hay coordinación óculo manual.
El garabateo es una prolongación de la actividad motora y los trazos que realizamos son huellas de los movimientos.
Los movimientos al principio son amplios con grandes segmentos corporales y progresivamente se van afinando hasta conseguir coger un lápiz correctamente, controlar el trazo, realizar letras… (Ley de Desalloro Próximo Distal)
Es interesante pintar sobre superficies amplias, en vertical y horizontal y manipular distintos materiales.
Realismo Fortuitoo garabateo con nombre
Conforme vamos perfeccionando el trazo, llega un momento en el que tras dibujar y mirar lo que hemos hecho, encontramos coincidencias entre lo que hemos dibujado y algo de la realidad. Es un hecho a posteriori, sin ser planificado. Pero nos alegramos mucho de darnos cuenta que nuestra obra tiene sentido realista.
En esta fase ya somos capaces de coordinar nuestra mano y nuestro ojo y por ello nuestro gesto gráfico gana control.
Nos gusta lo que hemos dibujado y le ponemos un nombre.
«Es una garrapata» Manel T.
Realismo frustrado
Algunos de nosotros ya somos capaces de dibujar algo que nos hemos propuesto. Todavía nos resulta difícil hacerlo perfecto, ya que, nuestra capacidad psicomotora aún está limitada.
Dibujamos algunos detalles, que aparecen grandes y sin guardar proporciones y todavía no guardamos la orientación..
Esta es la etapa de los famosos cefalópodos o cabezudos, en la que empieza a aparecer la figura humana de una manera característica, suelen ser grandes cabezas con brazos y piernas.
ESTAMOS APRENDIENDO A DIBUJAR… ¡NOS PARECE PRECIOSO!
Diego B.
Marla Z.
Es muy importante que sigamos ofreciendo a los niños y niñas ocasiones de experimentación manual en las que los músculos de la mano, brazo… toman fuerza y control, los dedos se disocian (pinza) y se preparan para el desarrollo del gesto gráfico.
No debemos tener prisa y debemos respetar el ritmo del desarrollo de cada niño y niña dejando que consolide con éxito una etapa para iniciarse en la siguiente hasta llegar a la escritura.
Inspirado en:
La escritura: como conseguir un buen grafismo
ED: GRAÓ
Aula 2 años
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